¿Cómo hago para solicitar un turno?
Para solicitar un turno o atenderte podés llenar el formulario de contacto, enviarnos un mail o mensaje por WhatsApp. También nos puede llamar al teléfono que se indica en contacto. Es importante que comentes brevemente el motivo de tu consulta.
¿En qué consiste la entrevista telefónica? ¿Esa entrevista se paga?
La entrevista telefónica no tiene costo, y tiene como objetivo conocer cuál es el motivo de consulta, y evaluar en conjunto la posibilidad de iniciar el tratamiento. Asimismo si tenés alguna consulta que te parezca relevante, (más allá de que para otras personas puedan considerarlas secundarias), ten por seguro que si para vos son importantes también para mí lo serán.
En la misma entrevista se explicará todo lo que necesites saber del tratamiento, los honorarios, la modalidad de trabajo y se despejará cualquier duda que te pueda surgir al respecto, posteriormente acordaremos un horario.
¿La primera entrevista presencial se cobra?
Sí, la primera entrevista presencial tiene un costo que se te informará con anticipación en la entrevista telefónica.
¿Cuál es el lugar de atención?
Los consultorios particulares se encuentran ubicados en GBA Zona Norte (San Isidro); Zona Oeste (Morón, Merlo) y CABA.
También se brinda asistencia a personas que viven en el interior y en otros países mediante el recurso de video llamadas, utilizando programas como Skype.
¿Atiende en la zona céntrica de Morón?
Sí, en el centro de Morón.
¿Es posible acceder a una terapia a domicilio, en virtud de una situación en particular acaecida?
Sí, se podría evaluar teniendo en cuenta la singularidad del caso.
Si por una contingencia no puedo asistir personalmente al consultorio, ¿tengo la posibilidad de utilizar la modalidad de terapia online?
Sí, también en este caso es posible, solo requerirá de coordinar con algunos días de antelación.
¿Se puede estipular un tiempo aproximado de un tratamiento?
Desde el enfoque del modelo sistémico y cognitivo, se establecen metas y objetivos, los cuales usualmente suelen responder a una terapia breve, de igual manera ante la singularidad de cada caso se puede considerar de ser necesaria su extensión.
¿Debo tener en cuenta a que modelo de psicología adhiere un terapeuta?
No lo considero esencial, si hay que tener en cuenta que ante un estilo (paradigma) diferente, las características del vínculo terapéutico también lo serán. Lo que sí es necesario es comprender a la psicoterapia como un proceso de co-construcción entre terapeuta y paciente, considerando que cada paciente es único y cada relación terapéutica es distinta una a otra; en tanto que cada proceso es un viaje singular e irrepetible.
¿Qué tipo de tratamiento se realiza?
Los tratamientos que se realizan están basados en la evidencia, esto significa que son guiados por las investigaciones en los diferentes diagnósticos y problemáticas a tratar.
¿Atiende como Psicólogo en Morón únicamente?
Además de Morón, también atiendo en CABA, y en otras zonas de GBA.
¿Qué es el mindfulness?
Es un estado particular de consciencia (el cual tenemos naturalmente cuando prestamos atención de determinada manera), el cual está a disposición de cada uno de nosotros, en determinados momentos. También lo podemos considerar, como estar frente a la más pura realidad de la experiencia, observando cada evento como si estuviera ocurriendo por primera vez (Daniel Goleman); es decir con la actitud de un principiante desde lo vivencial.
Podríamos decir, que es estar mucho más implicado, despierto, conectado, pero con menos reacciones automáticas; con respecto a los estímulos que percibimos de nuestro interior y del exterior.
En este sentido hay que tener en cuenta, que la atención es deliberada (se vive en plenitud con nuestro entorno, con nuestra experiencia, es decir salimos de nuestro foco automático).
Al cultivar la intención deliberada de la atención, en el momento presente, se puede vivir una experiencia de plenitud, como decía anteriormente, la cual no se consigue cuando nos dispersamos (quedamos atrapados muchas veces en nuestra cadena de pensamientos). Teniendo en cuenta que la mayor parte del tiempo estamos como en una etapa de automatismo.
Por otro lado, debemos evitar juzgar, más bien conectándonos con el otro, como a su vez aceptando la experiencia en el momento presente (no tiene que ver con lo que voy o no a hacer con lo que está ocurriendo luego, sino más bien con la disminución del grado de resistencia, de nuestra experiencia en el presente).
En síntesis, podríamos decir que experimentar mindfulness, significa practicarlo, no es en sí solo un concepto, es un modo de estar y vivir con plenitud la experiencia.
¿Qué significa tener empatía con el otro?
En principio considero que el concepto de empatía, se ha convertido en parte habitual de las conversaciones cotidianas, en diferentes ámbitos.
Se suele decir: “esa persona es empática”, o la frase estilo cliché: qué falta de empatía que tiene…”. Pero si se le pregunta a esa persona qué entiende por empatía, probablemente me conteste que es ser simpático, o bien que “se pone en el lugar de los otros”.
En este sentido cabe destacar que parecer simpático, no hace referencia a la autenticidad de quien se exprese de esa manera, de hecho, en muchas ocasiones personas con un sesgo psicopatológico se manifiestan de esa forma. Por otro lado, la famosa frase “ponerse en el lugar de los otros” está bien, pero considero por su importancia, ahondar más en detalle, para que no se utilice también como un cliché. Sino que sea más que una simple frase, una forma de vivir con nuestro ambiente (familia, amigos, trabajo, etc).
Desde mi criterio considero empatía: como la capacidad de comprender a las personas desde su marco de referencia, es decir comprendiendo su idiosincrasia, sin emitir un juicio de valor sobre el otro. En este sentido adhiero a Salvador Minuchín (destacado Psicólogo Sistémico de origen argentino), el cual decía que debemos “danzar con el otro”, es decir tener la capacidad de sentir y comprender al otro desde su forma de comprender las cosas y ver el mundo.
Implica saber comunicar esa comprensión, es decir que el otro, perciba que uno lo entiende, parece algo simple pero en muchas ocasiones genera cierta dificultad.
Se trata también de ver las cosas como el otro las experimenta, (es decir desde la subjetividad de esa persona). Se debe ser auténtico, genuino en todo momento, en nuestra expresión y sentimiento.
Cuando escuchamos, debemos estar atentos, con todos nuestros sentidos, sin desatender a la comunicación no verbal. Es decir si adquirimos una postura inadecuada tal como al estar sentados, mirar hacia otro lado, hacer gestos, o elevar el tono de voz; claramente afectará a nuestra capacidad de empatizar con el otro. De la misma manera que distraerse durante la conversación, interrumpir habitualmente al que habla, juzgarlo y querer imponer nuestras ideas, ofrecer ayuda prematura y con falta de información, rechazar lo que el otro está sintiendo, descalificar al dar tu opinión, o ser usualmente autorreferencial en vez de escuchar su historia.
Cabe recalcar también, que en la empatía es esencial la validación emocional, comunicando a la otra persona que se le ha entendido. Como así mismo aceptar al otro, tal y como es, valorándolo sin juzgarlo.
¿Cuándo es necesario un abordaje profesional, para “salir” de un duelo?
Aunque en la mayoría de las ocasiones, el proceso de atravesar un duelo no requiere atención profesional, existe un reconocimiento creciente, de que cuando en algunas ocasiones persisten en el tiempo, y son clínicamente significativas, sería pertinente una consulta al profesional.
El duelo se relaciona con el sentimiento de pérdida, de aquello con el cual hemos establecido un vínculo emocional de relevante importancia, para la integridad psicofisiológica de nuestro ser.
Entre los determinantes del duelo, se debe tener en cuenta el vínculo con la persona fallecida, y como ocurrió el deceso. A su vez la naturaleza del apego y los antecedentes históricos (si la persona ha elaborado duelos anteriormente).
En sí mismo, el duelo representa una desviación del estado de salud y bienestar, se necesita un período de tiempo para que la persona en duelo vuelva a un estado de equilibrio similar. Muchos destacados colegas, consideran el proceso de duelo, de una manera similar al de curación, a lo cual adhiero. Vale aclarar que el duelo es un proceso y no un estado, estas tareas requieren de un esfuerzo y seguimiento. Es por ello que Sigmund Freud, habla de que la persona realiza el “trabajo de duelo”.
La depresión o “melancolía” implica en sí, de mínima un duelo complicado, muy parecido al duelo normal pero con ciertas características propias. La persona en duelo generalmente ve sus sentimientos de depresión como normales. En este sentido suele ser en muchos casos el entorno (familia, allegados), quienes le piden al duelante que cambie su conducta, presentando anhedonia, y en algunos casos dificultad para continuar con sus actividades diarias.
Pueden manifestar también dolores de cabeza, temblores, vértigo, palpitaciones y diversos síntomas gastrointestinales.